Los últimos acontecimientos que han parado el mundo, como es lógico, también me han afectado a mí y a mi calendario de publicaciones y actividades, que estaba cargadito. Como esto ha sido un frenazo global y hay personas mucho más afectadas con problemas mucho más graves, no ha sido necesario anunciar nada. Sin embargo, os dejo aquí una actualización que siento que os debo.
Como sabéis, mi próxima novela, Ojalá tú nunca, tenía programada su salida para este mayo. De hecho, nos encontrábamos inmersos en su promoción; mostrar el título no era más que el principio. A estas alturas os habríamos mostrado ya la portada —que lleva desde febrero preparada—, habría dado un montón de detalles y ya estarían anunciadas las presentaciones. Incluso el texto definitivo debería estar ya camino de imprenta.
Bien, nada de eso tenemos. Y la fecha de la publicación ha quedado, no cancelada, pero sí pospuesta de forma indefinida. Esto es un palo tanto para mí como para Insólita, la editorial, y si se está dando así es porque nos obligan las circunstancias. Y es lo lógico porque no sabemos cuándo volveremos a la normalidad ni de qué manera va a ser. Os avisaré cuando tenga noticias.
Lo curioso de todo esto es que he tenido suerte. No ya solo porque el virus no me ha afectado a mí ni a nadie de mi entorno —más allá del confinamiento y lo que ello supone, claro—, sino porque podía haber sido peor. Podía haberse publicado la novela un mes antes de que esto estallara. O peor aún, una semana antes. Dicen de los libros a los que les ha sucedido esto que han nacido muertos. No me quiero ni imaginar el golpe para sus autores y para sus editoriales.
Pero como quejarse al infinito no sirve de nada, la próxima semana os ofreceré una entrada más positiva en la que os mostraré los proyectos en los que estoy trabajando. En eso, al menos, sí que va todo viento en popa.
En fin, estas han sido mis novedades con respecto a los últimos acontecimientos. Hoy, pese a todo, tengo todavía menos dudas de que saldremos adelante. Yo trabajo para que así sea. Mucho ánimo y nos leemos pronto.
Foto: Max Wolfs. Unsplash.