Rebelión 20.06.19, la distopía que se convirtió en ucronía

«Enero de 2009, apenas llevo 4 meses viviendo en Madrid y ya estoy escribiendo una novela donde la destruyo».

Esta frase, un pelín exagerada, todo hay que decirlo, es una muestra del impacto que tuvo en mí mudarme a Madrid. Fue un cambio en todos los aspectos que daría como fruto la escritura de la que fue mi primera novela: Rebelión 20.06.19. Y no fue cualquier cosa, porque hasta entonces nunca había escrito más de 100 páginas. No con sentido al menos.

No sé en qué pensaba aquel Javier. En trabajar lo justo para permitirse una vida disoluta, pasar más tiempo en la calle que en casa, apenas dormir, conocer todo tipo de tugurios y las gentes que los habitan, escribir una novela postapocalíptica. Cosas corrientes a los 28 años.

Para aquel proyecto de escritor que vivía deprisa, la fecha 20.06.19 era vaga, difusa, tan lejana que jamás llegaría. Y aquí estoy ahora, tratando de explicar lo que ha sido un Orwell en toda regla. Porque lo que fue concebido como una distopía futurista, a partir del 20 de este mes de junio, pasa a ser una ucronía. De un futuro posible, a un presente paralelo.

Pero para ese Javier todavía quedaban 10 años. Un mundo entonces. En ese tiempo, la obra fue terminada, dada a leer a varias personas, ofrecida a unas cuantas editoriales, rechazada y guardada en un cajón. A hibernar sin siquiera haber llegado a despertar.

Hasta 2013 no volvería a ver la luz. En esos momentos yo me encontraba en Australia, cosas de la vida. Y, más cosas de la vida, fue entonces cuando me decidí a corregirla, pulirla y autopublicarla. Tras este proceso se esconde la que para mí es LA historia de amor. A lo mejor algún día os la cuento. Finalmente, en 2014, Rebelión 20.06.19 fue publicada en papel y digital por Triskel Ediciones, la que es ahora su casa.

Nueva edición revisada

Fue precisamente la llegada de esta fecha que yo veía tan lejana, el 20 de junio de 2019 —el día de la Rebelión en el libro—, lo que hizo que el pasado enero me reuniese con el editor de Triskel. Teníamos que hacer algo especial. Me contó que la editorial iba a sacar una nueva línea de libros de bolsillo y que el primero podría ser Rebelión 20.06.19. Volverían a sacar mi primera novela, una reedición en un formato atractivo. Esto para un autor no puede ser mejor.

Encantado con la idea, les pedí que me pasaran el texto para ver si podía pulirlo un poco más. Era mi primera criatura y nunca terminé de estar satisfecho del todo pese a que en 2015 ya le había dado un buen remozado para su segunda edición. Y entonces llegó el horror.

Cuando la volví a leer me quedé a cuadros. No porque el libro fuera ilegible, sino porque vi que todavía andaba lejos de su máximo potencial. No contaba la historia como yo sabía que podía ser contada. Que merecía ser contada. De modo que, una vez más, me puse el mono de trabajo y, ¡hala!, a revisar.

Rebelión 20.06.19. Hacha. Javier Miró
«Un cafelito y a seguir repasando la novela».

Os dejo aquí un resumen a grandes rasgos de la revisión:

  • Eliminación de explicaciones. Desde el principio quise una obra donde fuese el lector el que se imaginara qué había ocurrido y cómo, pero el síndrome del impostor me hizo agregar más explicaciones de las deseables. Todas fuera —y la trama se sigue entendiendo—.
  • Mejora de los diálogos. La buena noticia es que sigo contento con los personajes. Por eso era fundamental darles una líneas de diálogo acordes con su personalidad.
  • Agilizar la narración. Muchas cosas entran aquí. Básicamente, he tratado de pulir y pulir para ganar fluidez y no perder tiempo en detalles que no aportaban nada.
  • Adelgazar las descripciones. Podría entrar en el punto anterior, pero se merece su propio apartado. En ocasiones, y también por culpa del síndrome del impostor, caía en describir cosas que, en realidad, no eran necesarias. Bueno, pues eso se acabó.

En resumen, que recibí un libro de 132.500 palabras contenidas en 471 páginas y les devolví el mismo, pero con 77.000 palabras en 288 páginas. Una obra reducida a un 58% de su extensión. De modo que lo de formato bolsillo no es porque se haya comprimido el mismo texto y se haya usado un papel más fino. No, no, es una reducción total. Y una mejora en todos los niveles.

¿Sigue siendo el mismo libro? Absolutamente. Pero en esta ocasión cuenta la historia tal y como yo hubiera deseado desde un principio. Rebelión 20.06.19 fue un proyecto muy ambicioso, como se corresponde con una ópera prima y, claro, yo no estaba preparado para afrontarlo con garantías. Ahora el contenido es el mismo, pero se lee mucho más fácil y el mensaje llega mejor. Vamos, es su versión definitiva porque como le vuelva a meter mano me quedo sin libr.

Rebelión 20.06.19. Postal. Javier MiróOferta especial

Y como se trata de una reedición conmemorativa por el día de la Rebelión, Triskel ha puesto en marcha la preventa con descuento, gastos de envío incluidos y, además, una tarjeta conmemorativa especial —en la imagen a la derecha—. Solo hasta el 6 de junio. No lo dejéis escapar, que me muero de ganas de que veáis cómo ha quedado. Y dejad valoraciones y comentarios, no os vayáis a cortar a estas alturas. Ni seáis rancios.

Nos leemos.

Foto del barbudo leñador: Abby Savage. Unsplash.

2 comentarios sobre “Rebelión 20.06.19, la distopía que se convirtió en ucronía

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