Siguiendo mi nueva (y satisfactoria) política de ir publicando en mi blog, poco a poco y de tanto en tanto las cosas que, al mismo tiempo, voy publicando en otros medios, hoy le toca a las reseñas salidas de mi puño y letra en Libros Prohibidos. La más lejana data del 22 de mayo, y en total son nada más y nada menos que 6.
La primera de ellas es El invernadero, de Fernando Luis Chivite. Se trata de una obra de narrativa sobre un escritor que viaja a Berlín en busca de su inspiración perdida. Una de estas obras que hablan de todo y de nada al mismo tiempo. Valoración: Recomendable.
La siguiente fue Montaña rusa, de Fernando López Guisado, un recopilatorio de relatos de terror (en su mayoría, pues también hay ciencia ficción y narrativa). Me pareción una obra de mucho mérito. Todo un descubrimiento. Valoración: Recomendable.
Volvemos a la narrativa con Homo: el río perdido, de José Enrique Díaz. Otra novela sobre un escritor, en este caso de libros de autoayuda, que tiene la obsesión de su misterioso apellido (De) que es el mismo que el de su pueblo el de un río que no se sabe si existe. Valoración: Está bien.
De vuelta a los relatos (sin salir de la narrativa), critiqué Mi vida junto a Sasha Grey, de Christopher Rosales. Son ocho cuentos que tratan aspectos oscuros de nuestro día a día. Valoración: Está bien.
Y ahora algo un poco más distinto: Sorgina, de Alister Mairon. Novela corta histórica de fantasía y algo de terror. Una lástima su corta extensión. Valoración: Está bien.
Finalizamos con el libro cuya portada he puesto de cabecera (es el que más me gusta de los 6): Los príncipes de madera, de Daniel Pérez Navarro. Otra novela corta, esta vez de ciencia ficción, con unos inmejorables referentes, como Solaris o Un mundo feliz. Valoración: Recomendable.
Y esto ha sido todo. Hasta aquí lo leído y reseñado en este último mes.
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