A buen fin, no hay mal principio.
Pese a que llevaba bastante tiempo dándole vueltas a la idea de crear un espacio literario en internet dedicado de lleno al mundo indie, no fue hasta 2013, una vez que regresé a España, que abrí Libros Prohibidos. Desde el principio conté con la ayuda de varios colaboradores, como Susu y Susana (juro que lo de sus nombres es pura coincidencia), gente amante de las letras que se quitaba de su propio tiempo para leer y reseñar.
Muy pronto aquel Blogspot que comenzamos se nos quedó pequeño, y en menos de un año ya dimos el salto a WordPress. La intención era tener una web más compleja que permitiera todo el contenido que queríamos imprimirle, pero gran parte de culpa del crecimiento de Libros Prohibidos la tuvo la creación en 2014 de los Premios Guillermo de Baskerville a los mejores libros independientes del año. Esto nos dio a conocer entre las pequeñas y medianas editoriales y ha terminado por convertirnos en un referente del panorama independiente.
Un libro es un arma cargada en casa del vecino.
Sin abandonar su esencia de blog de reseñas, Libros Prohibidos comenzó a crecer de forma exponencial a partir de 2015. Se nos unieron Sara Terrero e Ismael Cabeza , que aportaron más variedad de opiniones y nos bendijeron con su buen hacer. La palabra se fue expandiendo y nuevas editoriales fueron sumándose al proyecto, así como un gran número de autores autopublicados. Nos habíamos ganado fama de duros (yo creo que inmerecidamente), pero eso le daba mayor valor a nuestras críticas positivas. Nos habíamos convertido en el escaparate ideal.
Cerramos 2015 con 165 artículos publicados (entre reseñas y reportajes) y un número de visitas que superaba todas las expectativas. Con respecto a los números, muy pronto dejamos de preocuparnos por ellos, pues hasta el día de hoy no han dejado de multiplicarse.
Nuevas editoriales y colaboradores siguieron llegando en el año siguiente, como los escritores Víctor Briones, Ernesto Rodríguez, Lucas Albor, Alicia Sánchez, Laura S. Maquilón, Coral Carracedo, Ana González Duque y Tomás Rivera. Dream team.
Quemémoslo todo, absolutamente todo. El fuego es brillante y limpio.
En 2017 Libros Prohibidos afrontó su más arriesgada evolución. Siguiendo al máximo la inspiración de la gran obra de Ray Bradbury, Fahrenheit 451, la web volvió a cambiar de aspecto. Desarrollamos e implantamos una nueva web más profesional y accesible. También mejoramos la imagen. El objetivo había sido siempre llevar la literatura independiente más allá, poner el foco sobre ella y conseguir que tenga la consideración que creemos que se merece. Por eso mismo, Libros Prohibidos se convirtió en una revista online. Y, tras la inauguración de la campaña de Patreon, además pasó a ser profesional.
A partir de septiembre de 2018, la web pasó a especializarse en género fantástico. Era un paso natural, dadas las obras que sobre todo nos llegaban y el público que estábamos atrayendo. Además, no me venía mal, ya que es en los géneros en los que me muevo —fantasía, ciencia ficción y terror—.
Finalmente, en abril de 2019 dejé la dirección de la web. Libros Prohibidos había crecido demasiado como revista online y yo ya no podía dedicarle todo el tiempo que necesitaba. De modo que preparé un equipo de gente especializada y cualificada y les cedí el poder. Este (super) equipo está compuesto por Maritxu Olarzabal, Mariela González, Sara Terrero y Ana Casanova. Me voy, pero me quedo tranquilo.
Y lo que dejo es solo la dirección. Voy a seguir publicando reseñas, reportajes y cosas así. En este enlace podéis encontrarlo todo.