La Armadura de la Luz sigue vivita y coleando

Han pasado casi dos años y medio desde su publicación, pero La Armadura de la Luz sigue vivita y coleando. Y digo esto sorprendido —muy gratamente— por varios motivos.

El primero es que estando el mercado editorial como está, hoy en día es más que complicado que una obra siga teniendo recorrido pasado el año y medio de su publicación. Por no decir ya dos y medio.

El segundo es que no está recibiendo promoción de ningún tipo. Todo lo que hay ahora mismo es lo que ya había hace un año y pico. Esto es: reseñas, entrevistas, reportajes valoraciones y comentarios en Amazon y Goodreads. Ayuda que la tendencia de las críticas sea mayoritariamente positiva y también, imagino, que las recomendaciones personales influirán. Esas que no se pueden cuantificar pero por las que yo, por si acaso, ya os voy agradeciendo.

Como ejemplo, en la imagen adjunta se pueden ver las diez últimas valoraciones recibidas en Goodreads —las que cabían en la captura de pantalla—. Y no son las únicas de lo que llevamos de 2019. Desde luego que, si me lo llegan a decir hace un par de años —y pico— no me lo hubiera creído. Sobre todo contando con que en los últimos meses he estado prestando atención casi exclusiva a la edición formato bolsillo de Rebelión 20.06.19. Por cierto, y ya que estamos, agotamos todos los ejemplares en el pasado Celsius. Mil gracias.

Por si esto no fuera suficiente, digo que La Armadura de la Luz sigue vivita y coleando porque hoy ha recibido un nuevo fanart —el que se puede ver en la imagen de portada de este post—. En esta ocasión el artista —artistazo— ha sido el ilustrador y también escritor Sam G.C. Algunos ya lo habréis reconocido, pero muestra una escena contenida en la presentación. Sí, es Abinnayar. Y me encanta.

Me voy retirando. Os dejo seguir con vuestras vacaciones. Dentro de poco, más noticias. Ojalá que así de buenas.

Nos leemos.