No os voy a engañar, llevaba un rato pensando cómo titular este post sin incluir nada de «propósitos de año nuevo», «objetivos para 2022», «proyectos pendientes» ni nada parecido. He aprendido —a las malas— que hay factores externos a uno que pueden cambiarlo todo.
2021 ha sido un año durísimo en casi todos los aspectos para mí. La tónica general ha sido negativa y baja y, aunque ha habido muchas cosas que han estado muy bien y han funcionado, no puedo dejar de considerarlo un mal año.
Así que, para 2022, planificar sí, esperar no. Mucho trabajo a tope para conseguir mis objetivos pero sin obsesionarme con los resultados, que serán los que tengan que ser. Por eso mismo, ahí va, bastante en abstracto, lo que me gustaría alcanzar a lo largo de este nuevo año:
- Trabajar menos.
- Dedicar más tiempo a actividades que me llenan.
- Estar más con los amigos.
- Hacer voluntariado.
- Viajar más, aunque sea al pueblo de al lado.
- Escribir mucho más.
No sé si me he pasado de conformista o de ambicioso, pero ahí queda. Ya os contaré dentro de un año cómo me ha ido. O no.
Ea, feliz 2022.
Nos leemos.
Deja una respuesta