Este es el tercer post que escribo hoy. No es lo normal, pero entre que los miércoles siempre publico una entrada en el blog de Autorquía, que esta semana la crítica de hoy ha sido la última que publico en Libros Prohibidos, y que me han mencionado en un blog literario por temas de promoción de La Armadura de la Luz, se ha dado la tormenta perfecta. En fin, que sea eso todo lo malo.
El primer libro del que he hablado esta semana ha sido Sopa de elegidos, de Pablo García Maeso. Esta obra me ha sorprendido para bien: muy bien escrita, divertida, atípica, original. El único problema que he tenido con ella ha sido que se me ha hecho un poco larga, y no por sus 500 páginas, sino por su falta de tensión. Si no, hubiera sido una lectura redonda.
“creo que podía haber disfrutado más de esta obra. El autor está especialmente dotado para narrar y para escribir comedia, pues tiene la rarísima habilidad de encontrar la manera de aprovechar cada situación para provocar la sonrisa en el lector. Ya sé que utilizo la más mínima para sacarlo a relucir, pero el humor desplegado en Sopa de elegidos me ha recordado a Terry Pratchett, y esas son palabras mayores”.
La otra obra es Proveedores de almas, de Óscar Brizuela Bello. Aquí he tenido un desencuentro bastante más serio. La historia no me ha convencido en absoluto, debido sobre todo al caos temático de la obra.
“No pienso que el autor desconozca las partes que forman su obra, de hecho, creo que lo tiene bastante claro. Tiene los personajes, el lugar, la historia, las situaciones y la intención, pero no tiene bajo control el orden de los hechos, así como tampoco dirige las sensaciones del lector, cosa fundamental en libros de terror. Solo le falta plasmarlo con mayor propiedad. Dicho de otra manera, debe darle orden.”
En fin, que aunque no es una competición, para mí gana Sopa de elegidos.
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